jueves, 26 de marzo de 2015

Tratamientos superficiales; acabado electrico: electropulidos. Equipo 1



1.1.1.5 TRATAMIENTOS SUPERFICIALES; ACABADO ELECTRICO: ELECTROPULIDOS
TRATAMIENTO SUPERFICIAL
       Es un proceso de fabricación que se realiza para dar características determinadas a la superficie de un objeto. 
APLICACIONES
Dependiendo de los fines deseados:
       Aumentar o controlar la dureza, obteniendo superficies más resistentes al desgaste o al rayado.
       Obtener un coeficiente de fricción adecuado en el contacto entre dos superficies.
       Disminuir la adhesión como en contactos eléctricos en los que se pueda producir un arco eléctrico.
       Mejorar la retención de lubricantes de la superficie.
       Aumentar la resistencia a la corrosión y oxidación.
       Aumentar la resistencia mecánica.
       Reconstruir piezas desgastadas.
       Controlar las dimensiones o la rugosidad.
       Proporcionar características decorativas, como color o brillo.
ELECTROPULIDO
Es un tratamiento superficial mediante el cual el metal al ser pulido actúa como ánodo en una celda electrolítica, disolviéndose.
Con la aplicación de corriente, se forma un film polarizado en la superficie metálica bajo tratamiento, permitiendo a los iones metálicos difundir a través de dicho film.
Las micro y macro proyecciones, o puntos altos de la superficie rugosa, lo mismo que zonas con rebabas, son áreas de mayor densidad de corriente que el resto de la superficie, y se disuelven a mayor velocidad, dando lugar a una superficie más lisa, nivelada y/o rebabada. Simultáneamente, y bajo condiciones controladas de intensidad de corriente y temperatura, tiene lugar un abrillantamiento de la superficie.
En aleaciones, como el acero inoxidable, se tiene además la ventaja adicional que, al ser el hierro un metal que se disuelve fácilmente, se incrementa el contenido de cromo y níquel en la superficie, aumentando así la resistencia a la corrosión.



 VENTAJAS DEL ELECTROPULIDO
       Permite obtener superficies lisas y brillantes.
       Tratar piezas de forma irregular y de gran tamaño, en un tiempo corto y con gran ahorro de mano de obra.
       Aumentar la resistencia a la corrosión ya que el proceso permite eliminar las capas superficiales formadas por labores de laminación y pulido, dejando sobre la superficie terminada una capa de óxidos de cromo y níquel extremadamente delgada y transparente que le confiere una excelente pasividad en relación con numerosos reactivos químicos.
       Eliminar la coloración debida a procesos de soldadura o calentamiento, ahorrándose el proceso manual de su eliminación.
       Disminuir la tendencia en los líquidos y sólidos a adherirse a la superficie, mejorando los aspectos de limpieza y escurrido de las mismas, aspectos muy importantes en intercambiadores de calor, evaporadores, etc.
       Pulir piezas de formas intrincadas, en las que el pulido mecánico resulta inaccesible. Esto es posible lograrlo en un solo tratamiento, proporcionando un aspecto uniforme en toda la superficie, lo cual sería difícil de lograr mediante métodos convencionales.
       Disminuir el tiempo y costo del pulido, debido a la posibilidad de automatización del proceso, ahorro en insumos y mano de obra.

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